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17 may 2006

Miami: murió un terrorista


Eusebio Peñalver Mazorra, connotado terrorista anticubano, falleció la semana pasada en Miami, víctima de una enfermedad

inSurGente (Inti Tumaini).- Eusebio Peñalver fue puesto en libertad en Cuba en 1988 después de pasar varios años en prisión, cumpliendo una condena por delitos muy graves. Refugiado en Miami, desarrolló desde allí, labores conspirativas contra su propio pueblo. No tuvo problemas para relacionarse con organizaciones criminales, como Alpha 66, y planear atentados terroristas en la isla. Este hombre de raza negra, tío Tom al servicio del Gran Padre Blanco de Washington y seguidor entusiasta de Posadas Carriles, lideró un grupo de exiliados que intentó atentar contra Hugo Chávez, una acción que se frustró gracias a la intervención del mandatario cubano Fidel Castro.

Nacido en la provincia de Camagüey, Eusebio de Jesús Peñalver Mazorra, se unió en agosto del año 1960, como segundo en el mando, a la banda de Sinesio Walsh Ríos, un mercenario a sueldo de Estados Unidos que merodeaba por la Sierra del Escambray intentado derrocar a la triunfante Revolución cubana. Despreciados por los pobladores del lugar, y acorralados por el Ejército cubano, se dedicaron a sobrevivir saqueando los bohíos campesinos y extorsionando a sus moradores.

El “formidable guerrillero cubano” -tratamiento que le concedía la extrema derecha del exilio de Miami-, formó parte de una de las bandas más siniestras de la época, dedicada a sembrar el terror en el Escambray, y que cometió, en tan sólo pocos meses, horrendos crímenes y desmanes contra la población civil, hasta su derrota en octubre de 1960. A Peñalver se le impuso una condena de 30 años de prisión, pero no cumplió la pena en su totalidad gracias a un indulto. Sinesio, su jefe, corrió peor suerte. Fue condenado a muerte como máximo responsable de la partida de bandoleros.

Peñalver, al que el Nuevo Herald de Miami siempre consideró un “activista del exilio” (además de definir sus crímenes como “lucha armada”) fue arrestado en el estado de California en el año 1995, ocupándosele un auténtico arsenal de armas con las que preparaba un ataque terrorista contra Cuba. En esa ocasión también fue detenido su socio, Ángel Francisco De Fana Serrano. Sin embargo, al poco tiempo, ambos se pavoneaban libremente por la calle. Al conocer su fallecimiento, Ángel De Fana -terrorista como él- manifestó que “su nombre quedará inscrito como un insigne patriota de la historia de nuestra patria''.

Las posibles víctimas inocentes de los actos criminales que pensaba perpetrar, junto a sus compinches, tienen motivos sobrados para alegrarse de que semejante individuo no se encuentre ya entre nosotros. Seguro que allá en el otro mundo, estará sentado a la diestra de Mas Canosa.

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